Tener un sistema de fidelización, por básico que sea, se antoja como algo clave en el mercado actual. Ante la creciente competencia existente, la mayoría de empresas se ven obligadas a bajar los precios y ofrecer descuentos a sus clientes. Pero a veces estas medidas llegan tarde porque el cliente se ha ido a la competencia. Para evitar perder clientes lo mejor es poner a tiempo las medidas adecuadas. Y una de las más eficaces es implantar un sistema de fidelización para así cuidar a los clientes y crear una relación más fuerte basada en la lealtad además de en la satisfacción. Muchas empresas se están dando cuenta de la necesidad de anticiparse a las acciones de la competencia y por eso han decidido implantar un sistema de fidelización. Por si todavía tienes dudas de por qué hacerlo o piensas que un sistema de este tipo sólo es para grandes empresas. Te voy a dar una serie de argumentos que seguramente te harán cambiar de opinión:
- Un sistema de fidelización permite entender mejor a nuestros clientes gracias a un mayor y más profundo conocimiento sobre qué quiere y sobre todo cómo lo quiere. Para ello es fundamental crear una base de datos con toda esa información sobre el cliente, tanto previa (si hablamos de investigación de mercados) como histórica basada en las operaciones comerciales del cliente.
- Otro de los argumentos para implantar un sistema de fidelización de clientes es poder entablar una relación más personalizada con el cliente, lo que aumentará su satisfacción y reducirá las pérdidas de clientes fruto de acciones agresivas de la competencia. Es decir que si somos capaces de satisfacer mejor las necesidades personales de cada cliente o segmento, será más difícil que se vaya a la competencia.
- Conseguir una mayor satisfacción de los clientes, lo cual es un objetivo básico del marketing. Que un cliente esté más satisfecho tendrá múltiples consecuencias positivas: mayor gasto, aumento de la frecuencia de las compras, mejora en el boca a boca, ahorro de gastos por quejas o pérdida de clientes, etc. Aunque una mayor satisfacción no implica una mayor fidelización, sin duda es el primer paso para conseguirlo. Y para ello hay que crear una relación a largo plazo basada en la confianza y la credibilidad.
Implantar un sistema de fidelización supone una excelente forma de diferenciarse de la competencia. Pero antes de dar el primer paso es importante saber cuántos ingresos y beneficios aporta un cliente al negocio, con el objetivo de implantar sistemas que sean rentables además de eficaces.
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