Establecer un presupuesto es una de las claves financieras que debe de tener en cuenta cualquier negocio. La mejor rutina es establecer un presupuesto anual para luego compararlo con la realidad mensual, de cara a ajustar las previsiones. Un presupuesto sirve para hacer una previsión de los principales gastos de un negocio, normalmente gastos generales que al ser costes fijos son más fáciles de estimar. Cuando el presupuesto es más completo, también suele recoger los ingresos. Para así poder calcular los gastos que son proporcionales a las ventas, como por ejemplo el coste de los productos o servicios vendidos. Sea como sea lo importante es elaborar un presupuesto por básico que sea para poder realizar una mejor gestión de las finanzas del negocio. La clave de un presupuesto no es cuadrar las cantidades sino ser capaz de anticipar problemas, como por ejemplo la falta de tesorería, o detectar irregularidades. Tener un presupuesto es sin duda el primer paso para poder ahorrar gastos y por lo tanto dinero. Y para realizar un buen presupuesto, es fundamental seguir los siguientes consejos:

  1. Simplicidad: un presupuesto no tiene porque ser complejo sino una herramienta eficaz. Para ello el primer paso es ordenar los gastos e ingresos según un criterio acorde al negocio. Puedes utilizar una hoja de cálculo como soporte para elaborar tu presupuesto.
  2. Ajusta los gastos: gracias al presupuesto podrás identificar qué gastos son los que desequilibran tu presupuesto y generan números rojos. Y así podrás tomar medidas para reducir esos gastos y poder generar un superávit en tus cuentas.
  3. Compara el presupuesto con la realidad: a veces el presupuesto no es real o la situación en la que se basó ha cambiado. Por lo que es fundamental tener en cuenta la realidad para modificar el presupuesto, por ejemplo cuando aumenta el precio de las materias primas o el nivel de salarios de los trabajadores.
  4. Establecer categorías de gasto: es fundamental establecer categorías que agrupen a los principales gastos y evitar crear «cajones de sastre». Es decir la típica categoría de «varios» que al final acaba por agrupar un volumen importante de gastos sin aportar un desglose adecuado para luego tomar decisiones.
  5. Cuidado con los promedios: usar medias de gastos anuales puede ser una forma sencilla de realizar un presupuesto, pero seguramente hará que caigamos en ciertos errores. Saber la relación causa – efecto de los principales gastos con la actividad del negocio, hará que podamos presupuestar mejor los gastos en base a la actividad prevista.

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