El inicio del año es momento para que la carrera profesional tenga una nueva orientación en vez de pensar en dejar de fumar. Aunque la situación del mercado laboral no es nada fácil, todavía existen ofertas para mejorar tu carrera profesional. Mucha de ellas basadas en la red de contactos profesionales.

El gran paso de dar una nueva orientación a la carrera profesional, tanto por cuenta propia como ajena, depende de ciertas circunstancias personales de tipo económico, familiar, satisfacción, etc.

Muchos profesionales están atrapados en trabajos que no soportan por el hecho de no salir de su zona de confort y superar sus miedos. Pero cualquier cambio en la carrera profesional permite enriquecer y mejorar como profesional, lo que aumenta nuestra capacidad para mantener cualquier puesto de trabajo.

La mayoría de personas sufren ansiedad, depresión, o estrés en sus trabajos, y sin embargo, no dan el paso de dar un cambio en su carrera profesional. A veces la motivación viene por la mala situación económica de la empresa.

Cómo cambiar la carrera profesional

Antes de abandonar un empleo es conveniente dejarse asesorar por personas externas, a ser posible que hayan pasado ya por la experiencia o que sigan la carrera profesional que queremos seguir.

Tras tomar la decisión de despedirnos es recomendable hacerlo cara a cara y a ser posible por escrito para que quede constancia de todo. Pero siempre haciéndolo con respeto porque al final los contactos que hemos desarrollado en el interior de la empresa pueden ser muy útiles en el futuro.

Es muy importante el cuidar las formas, controlando las emociones, y olvidándose de viejas rencillas y diferencias. Por eso es fundamental gestionar de forma profesional el cambio de carrera profesional, debiendo de tomar una decisión madura y reflexionada. Aunque también hay que ser muy discreto y sobre todo aplicar el sentido común.

Cuándo hacer un cambio de carrera profesional

En España es poco habitual que un profesional cambie de carrera salvo por causas ajenas como despidos. Sin embargo a veces los cambios en el sector, por ejemplo por grado de madurez del mismo o aparición de nuevas tecnologías, obligan a hacer un cambio radical en la carrera profesional.

En realidad, no hay momento perfecto para dar el salto, puesto que hay que analizar factores internos y externos, aunque hay cambios que no pueden hacerse a la ligera.

Un ejemplo de esto es EEUU, donde los profesionales menores de 35 años deben de centrar su carrera en proyectos que al menos duren tres años. Mientras que los profesionales de 50 años en adelante pueden cambiar su carrera profesional en base a sus necesidades de equilibrio entre familia y empresa.

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