Esta frase, que nos deja uno de los mejores jugadores de baloncesto de todos los tiempos, Michael Jordan, nos refleja, que la base para alcanzar el éxito, en todo lo que nos propongamos, es la actitud positiva con la que afrontemos esos retos.
Cuando nos encontremos con una faceta que no «dominemos», tenemos que recurrir a nuestras ganas de seguir luchando y es esa actitud, la que determinará que al final seamos unos «expertos» en ese campo que no teníamos totalmente «controlado», y así con ello, convertirnos en un emprendedor de éxito.
"Mi actitud es tal que, si me empujas hacia algo que piensas es una debilidad, entonces daré vuelta esa debilidad percibida y la convertiré en una fortaleza".