Existe un eslabón en el proceso de la comunicación que se conoce como feedback o realimentación, sin él el proceso de comunicarnos no está llevado a cabo de manera completa. El feedback es la simple reacción que uno tiene ante un mensaje y cuya importancia vital radica en que si el mensaje enviado no genera algo en el receptor entonces el proceso no fue llevado a cabo con éxito.

 Todos los días, estamos obligados a llevar a cabo el proceso de enviar, recibir y retroalimentar información con millones de personas e incluso con lo que consumimos.

 Dentro del mundo de la publicidad, se dice que todos los involucrados en este ámbito, reconocen lo vital que es que el proceso de la comunicación se lleve a cabo correctamente y; sin embargo, a pesar de su importancia, muchos fueron los años en que las grandes empresas lo  omitieron.

Un ejemplo claro de esto es la dinámica que por muchos años las marcas llevaron a cabo. En la cual todos los productos y servicios estaban hechos para cubrir una necesidad, pero olvidaron que al ser nosotros personas, poseemos millones de características que nos diferencian y que lo que en verdad nos hace consumir algo es lo que obtenemos a cambio de tenerlo: una experiencia, perfectamente notoria y sensacional, por ejemplo, a través de un blog.

Los blogs se remontan a hace ya más 15 años, una eternidad en términos de Internet y TICs. Considerados como los hermanos pequeños de las web y relegados a un uso personal y lúdico en muchos casos, no fue hasta la explosión de las Redes Sociales cuando empezó su renacimiento, encontrándose actualmente en su época dorada, una especie de segunda juventud, donde empresa, profesional o simple aficionado a las más variopintas disciplinas, publican y miman hasta extremos insospechados a sus queridos Bitácoras.

Sin embargo, aun hay empresas que dudan si un blog Corporativo es necesario o simplemente útil dentro de su estrategia de Comunicación y Marketing.

Mi opinión es que es útil, necesario y diría que obligatorio si queremos proyectar una imagen sólida, contundente y profesional de nuestra empresa o de nosotros mismos.

Seguramente seas consciente de la importancia que un blog tiene para cualquier empresa y los múltiples beneficios que puede aportar. En este post no se busca tanto abordar este tema sino más bien diferenciar entre 2 tipos de estrategias en función del tipo de blog a implementar. Los 2 formatos que quiero tratar en esta entrada son:

  • Blog de empresa
  • Blog temático

Blog corporativo

Es el más habitual cuando se plantea una estrategia de contenidos, se trata de un blog que se integra dentro de lo que es el propio diseño web de la página corporativa. Este blog es una sección más dentro de la web y su principal ventaja es que todo el contenido que creas queda bajo el dominio de la empresa.

Por lo tanto, el blog corporativo ayuda considerablemente al posicionamiento web de tu empresa ya que estás creando continuamente contenido para los buscadores relacionado con tu sector. Al mismo tiempo si creas contenido útil y de calidad para tus usuarios, conseguirás un volumen de tráfico considerable ayudándote de las redes sociales. En conjunto, te ayudará a crear una imagen de marca sólida en tu sector.

Sin embargo, no todo puede ser perfecto y al menos en mi opinión, cuesta mucho darle vida a un blog corporativo y dotarlo de personalidad propia. La personalización queda reducida al diseño de toda la web, un espacio más pensado para mostrar productos y servicios que para socializar.

Blog temático

En el lado contrario podemos encontrar el blog temático, un espacio totalmente dedicado para su fin, crear contenido de calidad y de valor sobre determinada temática. Tiene su propio estilo, diseño, personalidad, dominio y todo lo que necesites ya que es una web independiente.

Por lo tanto, un blog temático da mayores opciones de conectar con los usuarios ya que todo gira entorno a ellos, nada de productos y servicios ya que es un espacio mucho más social. En mi opinión, esto hace más sencillo llegar a un mayor público ya que el blog temático resulta un espacio más atractivo para los usuarios.

Por supuesto esto también tiene sus inconvenientes, ya que aunque perfectamente puedes posicionar dicho blog, todo el tráfico que generas en principio se queda aquí, no va a la web de tu empresa. Aquí es donde está el reto, saber alinear este blog temático con tu marca y dejar claro quien está detrás en todo momento, conseguir establecer la relación de forma natural.

Entonces, ¿mejor un blog temático no?

Pues como siempre, depende de tus objetivos y de la estrategia a seguir. En este caso hemos decidimos apostar por esta vía ya que nos permitía compaginar la promoción de nuestra forma de vida al mismo que tiempo que escribir con mayor libertad sobre lo que nos apasiona.

Como he comentado al principio, cada uno tiene sus ventajas e inconvenientes, pero son dos formas válidas de mejorar tu imagen de marca y acercarte a tu comunidad, cada una con sus peculiaridades.

Los Bloggers

Todo comenzó con personas ajenas a las empresas, que decidieron tomar a los blogs como una forma de hablar no sólo de su vida diaria sino de su experiencia con los productos de forma cotidiana y sencilla, logrando así que la gente encontrará en lo que ellos comunicaban no sólo un interés en común sino una voz que entendía y hablaba de cómo las personas se sentían. Así fue como nacieron lo que hoy conocemos como Bloggers.

Fue así como la gente al conocer un producto o servicio nuevo, prefería leer y hasta interactuar sólo con la gente que posteaba en sus blogs sobre la experiencia que había obtenido con el producto. Muchas veces incluso ellos mismos generaban una opinión escrita a través de sus blogs de la experiencia que habían obtenido formando así una red inagotable de referencias (y publicidad) sobre el producto.

Así que si el blogger en cuestión hoy habla de las características del producto, de si el beneficio que promete en su publicidad es verdad o no y toda su experiencia con él; todo lo que genera es positivo, seguramente el precio a pagar por el producto será el segundo lugar en la lista de prioridades del cliente, la primera será tener el producto.

Promoviendo así verdaderas relaciones de lealtad del cliente hacia algunas marcas, y una oportunidad para los negocios de generar publicidad a un precio mucho más bajo de lo que costaría  hacer una campaña inmensa.

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